Los músculos, órganos esenciales del movimiento, configuran el elemento activo del aparato locomotor. Se divide en dos grandes grupos.
Voluntarios del tipo estriado que se contraen bajo la influencia de la conciencia, generando el movimiento.
Viscerales, también llamado vegetativo, del tipo liso a excepción del músculo cardiaco que no están sometido al imperio de la voluntad, rigen los movimiento reflejo como la respiración, el parpadeo etc.
Son aparatos de los músculos que favorecen su tarea: las vainas sinoviales y fibrosas de los tendones, las fascias que lo recubren, las bolsas sinoviales y los huesos sesamoideos.
En la estructura de los músculos interviene células de los tejidos conectivos y musculares.
Se halla irrigados por vasos e inervados por nervios. La función básica del tejido es poder lograr, libremente el efecto de la contracción. El protoplasma de la célula o fibra muscular esa característica especial de contraerse. La fibra del tejido muscular liso, tiene forma de uso y son alargadas con una longitud de 0,5 Mm.
Los tejido musculares extraído son de aspecto cilíndrico y su largo varia entre 1 y 40 Mm. el peso de los músculos es aproximadamente la mitad del total corporal.
Los músculos más importantes de la cabeza son de las expresiones faciales y los de la masticación. Los músculos se insertan en la epidermis y tiene por cometido posibilitar los gestos de la cara. Los de la masticación se originan en el cráneo y van a insertarse en el maxilar inferior. Puede ejercer presión debido a la acción de palanca que ejerce la mandíbula
Mediante proceso compilar articulándose con el cráneo mediante la cabeza mandibular, cubierto por un cartílago. Los músculos de la expresión facial o muscular miméticos, se hallan debajo de la piel y diferenciándose de otros músculos esqueléticos y no tienen fascias o fundas fibrosas. Se distribuye, en torno de los orificios faciales y en sentido longitudinal; fisura oral, ocular, cavidad nasal, poros acústico, etc. Esto orificio aumenta su tamaño o lo reduce hasta quedar completamente cerrado. Los músculos faciales se dividen en cuatro grupo: epicraneales, obriculares de los ojos, boca y nasales. Los músculos de la masticación que posibilitan el acto de la digestión, comprenden cuatro grupos: temporal, masetero, pterigoideo medial y pterigoideo lateral.
Los músculos faciales son los responsables de todas las expresiones que efectúas con tu rostros. Éstos se insertan en la epidermis y su función es, justamente, poder hacer todo tipo de movimientos mediante tu rostro, desde masticar hasta sonreír. Pero, seguramente, no conoces lo complejos que son varios de los movimientos que efectúan.
Los músculos faciales son los músculos más importantes de la cabeza. Sin estos, no existirían en absoluto los movimientos faciales. Desde masticar los alimentos hasta esbozar una sonrisa lo posibilitan los músculos de la cara. Es por esto mismo que no resulta tan extraño que con el correr del tiempo se vayan debilitando. Al fin y al cabo, son los responsables de todo gesto que pasa a través del rostro.
Hablando de una manera mucho más técnica, los músculos de la expresión facial (o músculos miméticos), se hallan debajo de la piel. Se diferencian de otros músculos esqueléticos, ya que no tienen fascias o fundas fibrosas. Estos se distribuyen en torno a los orificios faciales y en sentido longitudinal: fisura oral, ocular, cavidad nasal, poros acústicos, etc.
A su vez, los músculos faciales se dividen en cuatro grupos: epicraneales, obriculares de los ojos, boca y nasales. Los músculos de la masticación que posibilitan el acto de la digestión, comprenden cuatro grupos: temporal, masetero, pterigoideo medial y pterigoideo lateral.
Su debilitamiento, obviamente, conlleva la aparición de arrugas en el rostro y una repercusión en el cutis. Es por esto que puedes poner en práctica algunas interesantes terapias como el yoga facial, los ejercicios faciales o la risoterapia, entre otros, que serán excelentes trabajos antiarrugas y contribuirán al cuidado de la piel.
La prosopología (del griego prósopon, cara, y logos, palabra, discurso, tratado) es la ciencia que estudia el rostro. La prosopología miológica (del griego myós, músculo) estudia los músculos faciales en particular, sus contracciones y los resultados de las mismas, es decir, las expresiones. Esta ciencia se basa en unas ideas muy simples, que, según el doctor R. Ermiane, pueden resumirse de esta forma:
Cada músculo facial produce, al contraerse, una deformación de los rasgos del rostro ''en reposo''.
Cada músculo crea una deformación que le es propia y que representa la imagen característica del mismo.
Cada una de esas deformaciones revela una modalidad del carácter del individuo, sus tendencias y disposiciones generales. Así, la contracción de los músculos de la cara -incluso la de uno solopermite relacionar las expresiones que produce con el conjunto del carácter de la persona y hacer una síntesis del mismo.
La prosopología miológica requiere, además de un buen conocimiento de los músculos faciales y de las diferentes expresiones que su contracción produce, un sentido agudo de lá observación. Este sentido se adquiere coñ el tiempo, después de examinar y ''leer'' centenares de rostros. Sigamos con las definiciones del Dr. Ermiane: ''La más mínima alteración de su tonicidad y contractilidad refleja los matices más sutiles de la vida interior. Su fisiología justifica plenamente la expresión ''el rostro es el espejo del alma.''
''Cuando los músculos cutáneos entran en acción (cuando se contraen) determinan ciertas deformaciones de los rasgos del rostro en reposo y, a veces, pliegues cuyo conjunto constituye una imagen característica simple que permite reconocer su contracción. ''El más mínimo estremecimiento, el plegamiento de las arrugas, el fruncimiento de las cejas, el parpadeo apenas perceptible, revelan pensamientos y sentimientos no expresados, o disimulados por la actitud o la palabra.
''El esqueleto y las proporciones del rostro, que sólo dependen de las funciones fisiológicas de la vida vegetativa, nos enseñan mucho acerca del temperamento básico, a la vez físico y psíquico, del ser humano. ''Los músculos, cuyos movimientos están regidos por el sistema nervioso, nos dan el aspecto dinámico de la personalidad y la totalidad del carácter. ''Cada músculo cutáneo corresponde a un estado anímico concreto. Su contracción significa que ese estado existe realmente; su ausencia de contracción, que no existe''
Cuando este músculo, que ocupa la superficie de la bóveda craneal, se contrae ''tira'' hacia arriba de la piel de la frente y de las cejas, formando pliegues y arrugas transversales en la frente. Se compone de dos músculos pares planos (occipital y frontal).
El frontal
Arruga la frente y eleva las cejas.
El ciliar
Este pequeño músculo, situado entre los dos frontales, frunce las cejas y las acerca formando arrugas verticales en la línea media de la frente. Es el músculo de la emotividad reactiva. Manifiesta la sensibilidad y la reacción al dolor.
El orbicular de párnados
Este músculo, circular y plano, rodea el orificio palpebral. Lo forman diferentes porciones (orbital, tarsiana, pretarsiana, prenasal), que pueden contraerse por separado. La parte situada en el rabillo externo del ojo, y que tiende a cerrarlo, es la que provoca las arrugas de ''pata de gallo''.
El piramidal de la nariz (o prócero)
Está situado entre las dos cejas, justo en la raíz de la nariz. Cuan- Frontal do este pequeño músculo se contrae tira de la piel hacia abajo, hace bajar la cabeza de las cejas y produce pliegues transversales que dan al rostro aspecto de dureza.
También se le denomina ''músculo de la amenaza''.
El elevador del ala de la nariz y el labio superior
Es el músculo que hace fruncir la nariz, elevar sus alas y la parte media del labio superior. Confiere al rostro un aspecto amenazador. Cuando encontramos un individuo con este músculo contraído solemos mantenernos a distancia...
El dilatador de las aberturas nasales
Este músculo manifiesta el deseo, la llamada para atraer hacia sí. También se contrae en algunas personas cuando tienen un ataque de furia contenida.
El mirtiforme (o depresor del tabique nasal)
Está situado debajo de las alas nasales. Su contracción hace que éstas se aprieten y estrechen y que la mitad del labio superior se proyecte hacia adelante. Expresa la ''idea de lo contrario''.
El transverso de la nariz (o compresor de las aberturas nasales)
Este músculo abarca transversalmente la parte superior de la nariz. Cuando se contrae, tira de la piel de las mejillas y deprime las alas de la nariz, confiriendo al rostro una expresión de mal humor y de disgusto.
El cigomático menor
Se inserta en el hueso malar y acaba en la parte más carnosa de la comisura labial. Al contraerse, el labio superior se eleva a aproximadamente un centímetro por encima de su extremo y ahonda la parte media del surco nasolabial. Los rasgos faciales se modifican y la fisonomía adquiere una expresión de descontento, tristeza y melancolía.
El cigomático mayor
Este músculo se inserta en la parte posterior externa del hueso malar y en el plano profundo de la comisura de los labios. Cuando se contrae, tira hacia arriba de la comisura de los labios y de la parte inferior del surco nasolabial, de forma que las mejillas se vuelven más salientes y se forman en el rabillo externo de los ojos pliegues radiados. Esta modificación de los rasgos da al rostro un aspecto risueño y alegre. Es el más agradable de los músculos cutáneos, el de la risa.
El buccinador
No se trata de un músculo de expresión propiamente dicho. Su contracción hace que las mejillas se hinchen y se expulse el aire de la boca. Interviene para dar a la cara un aire de satisfacción.
El canino (o elevador del ángulo de la boca)
Este músculo, que va desde el maxilar hasta el plano profundo del labio superior, está poco desarrollado en el ser humano y mucho, en cambio, en los mamíferos carnívoros. Eleva el labio superior por encima de los dientes caninos dejándolos al descubierto y dando a la fisonomía un aspecto agresivo y feroz. La contracción del músculo canino es obligatoria para el actor que interpreta un papel de ''vampiro''.
El incisivo
Situado en los labios, es considerado como ''el músculo del beso'' porque su contracción acerca las comisuras y hace avanzar la parte media. A esta posición ligeramente avanzada de los labios se le da una interpretación de alocentrismo, es decir, el ''sentimiento del otro''.
El orbicular de la boca
Este músculo, circular y plano, rodea todo el orificio bucal con sus fibras, llamadas arciformes porque tienen forma de arco. Está formado por dos mitades: semiorbicular superior y semiorbicular inferior. Al unirse ambas mitades en el borde de los labios, entran en antagonismo con los músculos que tienden a separar éstos, como los dos cigomáticos y ambos buccinadores. Las contracciones de estos últimos son, ante todo, funcionales: succión, prensión de los alimentos, masticación.
Cuando la parte interna del orbicular se contrae, el orificio bucal se estrecha, los labios se aprietan y el rostro toma esa expresión particular que definimos como de remilgo, mohín o mueca de displicencia.
El risorio de Santorini
Este pequeño músculo se inserta en la comisura de los labios. Cuando se contrae, tira de ellas y alarga la hendidura bucal sin apretar los labios. Se dice que las personas que presentan esta contracción son eficaces y ''hacedores''. El triangular de los labios (depresor del ángulo de la boca) Está situado al lado del cuadro de la barba (depresor del labio inferior) y lo cubre casi por completo. La inserción ósea de este músculo está en la mandibula. inferior y la cutánea, en la piel de la comisura de los labios. La contracción del triangular provoca las siguientes modificaciones de los rasgos faciales: la comisura de los labios desciende, su línea se curva, el surco nasógeno es estirado hacia abajo y se acentúa. Estas variaciones imprimen en el rostro una mayor o menor sensación de tristeza. Si la contracción del triangular es muy marcada, la cara transmite una impresión de desprecio y de asco intensos.
El cuadro de la barba (depresor dellabio inferior)
Este músculo, que se inserta en el maxilar inferior, es también llamado ''el músculo~ del hastío''. Sigue la dirección ascendente y se inserta, en el plano cutáneo, en la piel del labio inferior. Cuando se contrae, la fisonomía toma una expresión de repugnancia más o menos acentuada, según el grado de contracción.
El mentoniano
Este pequeño músculo se alberga en el plano profundo de la piel de la barbilla. Cuando se contrae, levanta el labio inferior y produce pliegues y salientes en la zona mentoniana. Podrás observarlo mejor en los individuos indecisos, que siempre se están preguntando lo que quieren hacer, y en los que andan siempre refunfuñando. El cutáneo del cuello (o platisma)
Puede decirse que el músculo cutáneo del cuello es un músculo de expresión, puesto que su contracción se produce al mismo tiempo que la de los cutáneos faciales, cuyos rasgos acentúa y exagera. Así, por ejemplo, cuando el ciliar -ese músculo del dolor- se contrae junto con el platisma, el rostro ofrece un aspecto de sufrimiento insoportable. La contracción del platisma y del piramidal acentúa el carácter de amenaza, que puede llegar a ser salvaje.
Son músculos faciales que tienen una de sus extrernidades insertada en la capa profunda de la piel. El rostro contiene también músculos de inserción ósea; son cuatro, están situados a ambos lados de la cabeza y sirven para realizar la masticación: temporal, masetero, pterigoideo lateral o externo y pterigoideo medial o interno.
¿Qué forma tienen?
Suelen ser planos y alargados, con un cuerpo carnoso muy delgado. Ésta es la razón por la que, contrariamente a otros músculos del cuerpo (el bíceps por ejemplo), su contracción no da lugar a un engrosamiento de la piel.
¿Dónde están situados?
Casi todos ellos se encuentran en la parte anterior del rostro, dentro del tejido conjuntivo subcutáneo.
¿Qué dirección siguen?
Se dirigen desde el plano óseo, donde tienen su inserción profunda, hacia la piel, donde hacen su inserción superficial, que, en realidad, también es profunda.
¿Cómo se manifiesta la contracción de los músculos cutáneos?
Su contracción produce el desplazamiento de la piel facial, que se pliega y provoca una modificación de los rasgos. De ahí que también se los denomine ''músculos de expresión''.
¿Cómo son esos pliegues y qué dirección siguen?
Camper afirma: ''La contracción de cada uno de esos músculos forma en la piel uno o varios pliegues, siempre perpendiculares a la dirección de sus fibras musculares. A cada contracción le corresponde una ' expresión facial.'' Estos músculos son generalmente designados no sólo por su nombre anatómico, sino también por la expresión que provocan. Por ejemplo, se dice superciliar (corrugador de la ceja) o ''músculo del dolor'', piramida) de (a nariz (prócero) o ''músculo de la amenaza'', cigomático mayor, o ''músculo de la risa'', etcétera.
¿Qué es lo que ordena la contracción de estos músculos y los pone en movimiento?
Estas órdenes proceden del sistema nervioso superior. Cuando éste recibe una sensación, la transmite automáticamente a los músculos cutáneos, que la manifiestan por su contracción y la hacen visible en el rostro por el plegamiento de la piel. Los movimientos de estos músculos son el reflejo directo y exacto de las variaciones del influjo nervioso.